“TESY fue fundada en 1993 y es parte de FICOSOTA Holding. La empresa es uno de los principales fabricantes europeos de termos eléctricos, depósitos de calentamiento indirecto, aparatos de calefacción eléctrica y bombas de calor de aerotermia. TESY exporta su producción a más de 50 países en 4 continentes. La organización opera en cuatro categorías de productos y tiene cuatro fábricas: tres en Shumen y una en Smyadovo (Bulgaria). El número de empleados supera los 850”.
¿Cómo se llevó a cabo el proceso de fabricación en las fábricas de TESY durante el estado de emergencia? ¿Tuvo lugar alguna disminución en los pedidos e ingresos, se despidió a algún empleado o se tuvo que recurrir a la solitud de algún ERTE o baja/vacaciones?
La buena noticia es que en TESY no hemos dejado de trabajar ni hemos despedido a ningún empleado. En mi opinión, esto se debe a la naturaleza de nuestro negocio y los mercados en los que operamos, así como a las medidas que implementamos de forma muy anticipada. A principios de año tuvimos una comunicación constante con nuestro socio comercial en China, que vende convectores murales fabricados por TESY. Gracias a eso, conocimos de primera mano la complicada situación empresarial en el país ocasionada por el virus, del cual, sin embargo, todos sabíamos muy poco en ese momento. En ese entonces, supimos que las fábricas y oficinas estaban cerrando y los viajes de negocios se estaban posponiendo.
Una vez detectamos el cambio en la situación general en Europa, especialmente en Italia, en la segunda quincena de febrero en TESY tomamos una serie de medidas para preservar la salud de nuestros empleados y asegurar la sostenibilidad de nuestro negocio. Suspendimos todos los viajes de negocios tanto internacionales como internos y pasamos a teletrabajar desde casa siempre que fuese posible. Proporcionamos equipo de protección y desinfectantes. Dividimos a los empleados en grupos para asegurar la distancia social cuando las personas utilizaban la flota de automóviles de la empresa y cuando trabajaban en nuestras fábricas y oficinas. Lanzamos un nuevo boletín diario “Barómetro TESY”, el cual contenía los datos actualizados sobre la situación del COVID-19, tanto en los países donde tenemos localizado a nuestro personal como en la empresa en su conjunto.
Compramos pruebas diagnósticas rápidas y, con la ayuda de especialistas médicos, comenzamos a evaluar a nuestro personal en Shumen, donde se ubican las fábricas y oficinas centrales. El primer grupo que testamos incluía a todos los empleados de la «primera línea». Es decir, los compañeros que interactúan con los visitantes, las personas cuyo trabajo les obliga a transitar las fábricas y almacenes, y aquellos que trabajan con muchos equipos internos en la empresa o a una distancia de menos de 2 metros entre sí. Tras las pruebas diagnosticas rápidas y las pruebas PCR realizadas a más del 70% de nuestro personal, no identificamos ningún caso de infección entre nuestros empleados.
En marzo comenzamos a observar el efecto de sucesivas declaraciones de estado de emergencia tanto en Bulgaria como en otros países europeos. El cierre de tiendas en los centros comerciales y la restricción de la libre circulación de los consumidores provocó una disminución de los pedidos en el mercado búlgaro en la segunda mitad del mes (tanto en el “comercio moderno” como en los negocios minoristas). Las medidas análogas implementadas en Europa tuvieron un efecto similar debido a la contracción del consumo y la incertidumbre, aunque con cierto retraso en comparación con nuestro negocio en Bulgaria. Esto se debió al hecho de que los pedidos de nuestros clientes europeos ya habían sido confirmados y producidos en gran medida.
Sin embargo, en general, marzo y el primer trimestre de 2020 fueron muy buenos para TESY. Alcanzamos nuestros planes de ventas en aproximadamente el 90%, reportamos el mejor primer trimestre en la historia de la compañía en términos de ingresos y ganancias en términos absolutos, y registramos un crecimiento de casi el 14% en comparación con el mismo período en 2019. No obstante, nuestra planificación sí sufrió una caída del 10% en comparación con nuestros objetivos, por lo que pospusimos todos los gastos considerados no esenciales y optimizamos el cronograma de producción de acuerdo con el nuevo plan de ventas. También pospusimos el inicio de producción de algunos productos de temporada para no generar costos adicionales, mientras que monitoreamos diariamente la liquidez de la empresa.
Todo esto nos permitió no solo mantener la salud y seguridad de todos los trabajadores, sino también el número de empleados total. Naturalmente, dado el reducido volumen de trabajo en todas las funciones, animamos a nuestra plantilla a que se tomara unos días de vacaciones retribuidas, ya que muchos de ellos habían trasladado días del año pasado.
¿Cuáles fueron las expectativas de TESY para los siguientes meses del estado de emergencia?
El impacto comercial del estado de emergencia fue considerablemente más significativo en abril y aún más en mayo. En muchos países, las medidas restrictivas llevaron al cierre de los mayoristas de nuestra industria. Quienes continuaron trabajando fueron minoristas de electrodomésticos y tiendas de bricolaje, aunque solo en algunos mercados y con jornada reducida.
A pesar de esa situación, sí se observó una tendencia positiva. Cada vez más personas comenzaron a comprar online, ampliando la gama de productos que compran a través de este canal. En nuestra industria, esto también ha tenido un efecto positivo, pese a que en muchos países vendemos productos de instalación y no plug-and-play.
Por ejemplo, a diferencia de Bulgaria y, en cierta medida, de los Balcanes Occidentales, Rumania y Ucrania, en la mayoría de los demás mercados el termo eléctrico lo compra e instala un instalador profesional. Como probablemente habrás deducido, el acceso a las viviendas y por tanto la actividad de los instaladores cerró literalmente en abril. Esto, en nuestro caso, no pudo ser compensado por el comercio minorista online. Como resultado, nuestras expectativas en ventas para abril se situaban un 20% por debajo de los objetivos que nos habíamos fijado a principios de año.
Lo positivo es que supimos prever que el relajamiento de las restricciones a la libre circulación de personas junto con el reinicio gradual de los negocios en los diferentes sectores económicos tanto en Bulgaria como en otros países europeos, comenzaría a partir de mayo, lo cual conllevaría a la activación de nuestros clientes y, por tanto, del negocio en general.
¿Cuáles son sus expectativas comerciales para todo el año?
Todavía es bastante difícil predecir qué resultado podríamos esperar para el total del año. Estamos bien preparados y tenemos la capacidad y los recursos necesarios para ponernos al día, pero esto depende en gran medida de nuestros mercados. Es posible que las brechas creadas se cierren próximamente, y haremos todo lo posible para que así sea.
¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrenta la empresa ahora?
Nuestro objetivo es no retrasar los pagos, a pesar de los desafíos del entorno empresarial actual y, hasta la fecha, lo hemos evitado. Sin embargo, sí que estamos enfrentando el reto de evitar retrasos en los pedidos y pagos de nuestros clientes. Sin duda, esto plantea desafíos de liquidez, que gestionamos de forma proactiva mediante la negociación de plazos de pago más largos con nuestros clientes con el objetivo de asegurar una entrada regular de efectivo.
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