
La calefacción eléctrica de gran comodidad, limpieza, seguridad y facilidad de instalación, produce aun así ciertas reticencias en algunas personas. El principal motivo es económico, pues existe una creencia generalizada de que los diferentes sistemas de calefacción eléctricos. A pesar de adaptarse a todo tipo de domicilios y zonas geográficas, son poco eficientes.
Evidentemente, si nuestra vivienda está equipada con un sistema de calefacción eléctrico, es normal que durante el invierno el importe de nuestras facturas de la luz sea más elevado. Lo mismo ocurrirá con la factura del gas en aquellos hogares que cuenten con una caldera o calentador. Pero ¿se trata de un gasto realmente desmesurado? ¿Es mucho más cara la calefacción eléctrica que otros sistemas como el gas? ¿Compensa este coste en las facturas teniendo en cuenta el ahorro en mantenimiento? ¿O la ausencia de emisiones contaminantes que garantiza la electricidad?
En este artículo,” desmontamos” algunos falsos mitos sobre la calefacción eléctrica y os damos algunas claves para ahorrar energía sin renunciar ni al confort ni al calor en el hogar.
La calefacción eléctrica en España
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, el 18,6% de los hogares españoles disponen de calefacción eléctrica. El sistema más habitual son los radiadores y acumuladores eléctricos, que suponen un 14%. Los hogares con calderas eléctricas individuales son alrededor de 4,5%, mientras que las instalaciones de hilo radiante apenas son representativas, ya que no alcanzan el 1% (0,7%).
Estos datos contrastan con el uso de otras fuentes energéticas para la calefacción como el gas (32,3%), aunque la electricidad sigue siendo una fuente más usada que el gasóleo (11,7%).
Tipos de calefacción eléctrica: TESY te ofrece la solución
Los sistemas de calefacción eléctrica más habituales son:
- convectores (que calientan el aire a través de unas resistencias eléctricas y lo distribuyen con un ventilador)
- acumuladores de calor (que almacenan el calor en su interior y lo liberan poco a poco)
- radiadores de aceite (funcionan transmitiendo calor a través de una resistencia a un aceite especial)
- radiadores de calor azul
- suelo radiante y las bombas de calor también son sistemas de calefacción eléctricos
Los radiadores de aceite y los convectores de TESY se consideran sistemas de calefacción eficientes. Lo son porque cumplen todos los requisitos marcados por la normativa europea ErP (Energy Related Product) que regula los niveles mínimos de eficiencia energética.
La principal ventaja de los radiadores de aceite de las series CB y CC de TESY es su alto poder calorífico, que permiten mantener el calor durante más tiempo. De los convectores de TESY, tanto de los modelos murales como de los modelos de pie y por infrarrojos, cabe destacar su enorme versatilidad. Son equipos que pueden ir instalados sobre la pared de forma fija o con patas para poder ser desplazados de una estancia a otra. Por otra parte, tanto la gama ConvEco, HeatEco y HomeEco, están disponibles en diferentes potencias y tamaños para adaptarse las necesidades y requisitos de cada hogar.
Además, todas estas gamas incorporan modelos Cloud, con control a través de Internet. Esta función incrementa notablemente el confort del usuario, ya que le permite programar el encendido de estos antes de llegar a casa. ¿Un truco? Seleccionar qué habitaciones quiere calefactar en cada momento y, además, controlar el consumo energético de cada uno de ellos.
¿Qué sistema de calefacción elegir?
Elegir entre sistema de calefacción u otro depende de varios factores, entre los que podemos destacar:
- La superficie y la distribución de la vivienda (una o varias plantas, extensión total, etc.)
- La orientación de la casa (no es lo mismo una orientación norte que una sur).
- El aislamiento (en suelo, paredes, ventanas, puertas, etc.)
- Si existe una instalación previa
- Si ya tenemos un sistema de calefacción, pero necesitamos elementos de apoyo.
¿Cuánta energía consume la calefacción eléctrica?
Definir cuánta energía consume la calefacción eléctrica no es fácil. El consumo depende de factores como el número de personas que viven en la casa, el tiempo que se pasa en ella, el aislamiento, etc. No se consumirá lo mismo en una vivienda habitual que en una segunda residencia o en una casa vacacional.
Una de las claves para obtener suficiente calor en la vivienda sin que el consumo eléctrico se dispare es dimensionar correctamente la potencia del aparato o aparatos eléctricos de calefacción que ubicaremos en cada habitación.
Pongamos un ejemplo. Tanto en radiadores como en convectores, puedes calcular la potencia eléctrica mínima que necesita un aparato con la siguiente operación. Calcula 80 W por cada m2 y añádele al resultado obtenido un 30%. Siguiendo esta misma regla. Para calentar una habitación mediana (área de calentamiento 12-18 m2) se necesitaría uno o más radiadores con una potencia de 1.500 W. Mientras que para un comedor amplio (área de 20-28 m²), necesitaríamos uno o varios radiadores que sumaran 2500 W.
De todos modos, tal y como hace referencia el artículo sobre “Calcular la potencia calorífica para una casa o habitación”, para que el cálculo de las potencias sean coherentes con las necesidades de tu vivienda, se deberán valorar; tanto la ubicación de la vivienda, como su orientación, m2 de aberturas acristaladas, m2 de pared exterior, coeficientes de transmisión, etc. Factores que recomendamos que sean revisados por un instalador profesional para lograr un cálculo lo más completo posible.
La tarifa con discriminación horaria para reducir el gasto
Además, debes valorar otra cuestión para reducir el gasto energético de tus radiadores o convectores: la tarifa por discriminación horaria. Este tipo de tarificación horaria tiene un periodo de 14 horas en las que el precio del kWh es más barato que la media (periodo valle). Mientras que el resto de las horas (periodo Punta) es superior. Si nuestro sistema de calefacción eléctrica cuenta con termostatos programables. Podrás controlar el momento en que los aparatos se encienden o apagan.
Por último, ten en cuenta que los radiadores eléctricos se consideran 100% eficientes. ¿Qué quiere decir esto? Que toda la energía que consumen se convierte directamente en calor.
¿Encender y apagar la calefacción nos ayuda a ahorrar energía?
A pesar de todo el precio no es el único falso mito sobre la calefacción eléctrica. Algunas personas creen que mantener los radiadores eléctricos encendidos es más caro que encenderlos y apagarlos. Sin embargo, esta afirmación no es cierta.
De hecho, los radiadores y convectores eléctricos tienen su principal pico de consumo justo al encenderlos, ya que deben alcanzar la temperatura seleccionada en el menor tiempo posible. En este sentido, contar con radiadores eléctricos programables. Esto nos ayudará a aprovecharnos de la tarifa de discriminación horaria y a mantener la estancia a una temperatura confortable. Y lo mejor: sin que eso suponga un gasto extra de energía.
Para terminar, y si queremos ahorrar con nuestra calefacción eléctrica, debemos optar por otras medidas más prácticas y eficientes. Algunos ejemplo son mejorar al aislamiento térmico o adoptar hábitos energéticamente eficientes. No encender la calefacción en estancias vacías y que no utilizamos, no programar una única temperatura para toda la vivienda o no encender la calefacción a temperatura excesiva son otros. Recuerda: piensa que cada grado centígrado de más consume hasta un 7% más de energía.
Antonio Galindo
TESY Iberia
Natalia Escuredo Pérez
TESY Iberia
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TESY Iberia