
Una de las ventajas de los termos eléctricos es que, a diferencia de otros sistemas para la obtención de agua caliente en el hogar, no requieren revisiones de la instalación de gas ni un mantenimiento anual obligatorio.
Aun así, para garantizar el buen funcionamiento a largo plazo, evitar posibles incidencias por la acumulación de cal y, en muchos casos, mantener los términos de la garantía, es necesario y conveniente realizar un mantenimiento periódico tanto de sus componentes como del termo en general.
¿Todos los termos eléctricos necesitan mantenimiento?
Sí, todos los termos eléctricos requieren mantenimiento, lo único que varía es la periodicidad con la que debe producirse, en función de la garantía de cada modelo. Este mantenimiento debe ser realizado por el servicio técnico oficial de la marca. En general, el primer mantenimiento del termo eléctrico debe realizarse a los dos años desde la fecha de compra, y tras esto, en función de la dureza del agua de la zona, se recomienda llevar a cabo el mantenimiento cada año o cada dos años.
En zonas con agua especialmente dura o altamente mineralizada, la recomendación es realizar este mantenimiento cada seis meses o un año, para prevenir la acumulación de cal en el interior y sustituir algunas piezas si es necesario, como el ánodo de magnesio (o «ánodo de sacrificio»), siendo obligatorio que lo haga un servicio técnico autorizado para mantener la garantía del producto .
Cabe destacar aquí que algunas gamas de termos TESY no tienen este requisito de mantenimiento del ánodo de magnesio para mantener la garantía del calderín. En el caso de la gama ModEco, la garantía es de 7 años sin requisito de mantenimiento a los dos años de la compra; y en el caso de las gamas BelliSlimo, Anticalc o MaxEau Cermic, la garantía incondicional es de 5 años.
Algunas de las señales que indican que necesitamos realizar el mantenimiento de nuestro termo eléctrico son:
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El termo gotea de forma abundante
Las causas más habituales por las que un termo gotea son problemas en el conjunto brida-resistencia-ánodo, corrosión del tanque y pérdida de agua por la válvula de seguridad porque la presión dentro del termo es demasiado elevada.
En este último caso, la solución es instalar una válvula reductora de presión en las tuberías de la vivienda.
Para evitar los otros goteos, es fundamental realizar un correcto mantenimiento de nuestro equipo. Esto implica llamar al servicio técnico oficial del fabricante para que lleve a cabo las acciones oportunas.
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El diferencial salta cuando se enciende el termo eléctrico
Esta es otra de las principales causas por las que conviene realizar un mantenimiento periódico de nuestro termo eléctrico. El diferencial sirve para controlar la potencia y nos protege ante posibles averías eléctricas. En estos casos, lo habitual es sustituir la resistencia dañada por una nueva.
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El agua no se calienta o no alcanza la temperatura deseada
Uno de los principales motivos que nos indican que nuestro termo eléctrico necesita mantenimiento es que el agua no alcanza la temperatura deseada o que, directamente, no se calienta. Muchas veces este fallo se debe a una avería de la resistencia, aunque también puede relacionarse con problemas en:
- El termostato.
- El relé térmico de seguridad.
- La sonda térmica de temperatura.
Por otra parte, la acumulación de cal puede provocar problemas de funcionamiento en el termo eléctrico, concretamente en la resistencia, limitando su capacidad para calentar el agua, aumentando los tiempos de calentamiento y disparando su consumo eléctrico, algo que podemos evitar haciendo un correcto mantenimiento de sus componentes.
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La luz del termo no se enciende
Cuando la luz del termo no se enciende, suele deberse a un sobrecalentamiento o a que el termostato se ha apagado. Lo ideal es reiniciar esta pieza interna para que, cuando devolvamos la corriente al termo eléctrico, vuelva a funcionar.
Sin embargo, esto no siempre es posible. Además, que la luz no se encienda puede esconder un problema más grave, así que conviene llamar a un profesional.
Consejos para mejorar el mantenimiento de tu termo eléctrico:
- Revisa el estado del termo eléctrico cada 6 meses. Esto implica comprobar que funciona correctamente, que no emite ruidos, que no hay pérdidas de agua/goteos o que la instalación eléctrica está en buenas condiciones.
- Desconecta el termo antes de manipularlo para evitar accidentes.
- Apaga el termo si no vas a utilizarlo durante largos periodos de tiempo, como por ejemplo en vacaciones.
- Sustituye algunas piezas cada cierto tiempo. El ánodo de magnesio suele deteriorarse por el efecto de la cal del agua. Cambiarlo periódicamente permite que nuestro termo funcione mejor, sea más eficiente y consuma menos energía. Otras piezas que debes sustituir cada para asegurar un buen mantenimiento de tu termo eléctrico son:
– La resistencia eléctrica.
– El termostato.
– Los manguitos dieléctricos (sirven para evitar la electrólisis y, cuando su material se degrada, deben sustituirse por unos nuevos).
Los termos eléctricos no suelen dar problemas si les damos un uso correcto y realizamos algunas labores de mantenimiento. Nuestra recomendación como expertos es confiar la instalación del termo eléctrico y su mantenimiento a instaladores y servicios técnicos oficiales y autorizados.
Si quieres contar con los mejores profesionales, contacta con nuestro Servicio Técnico Oficial.
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Andrea Gutiérrez
TESY Iberia