Qué tener en cuenta en la instalación y después de la misma para evitar averías en los termos eléctricos

La rapidez al calentar el agua, la estabilidad de temperatura, la facilidad de instalación, el funcionamiento intuitivo o las opciones de programación para un consumo energético eficiente, son algunos de los motivos para elegir el termo eléctrico como sistema de producción de A.C.S. en la vivienda.

Sin embargo, durante y tras la instalación de tu termo eléctrico, conviene tener en cuenta algunas consideraciones que nos ayudarán a evitar problemas en el futuro.

Elegir la ubicación: el primer paso para evitar averías en los termos eléctricos

Elegir el lugar donde irá instalado el termo eléctrico dependerá del espacio disponible. Sin embargo, no es el único aspecto a tener en cuenta. Es importante también que nos aseguremos que la pared esté en buenas condiciones, para que soporte el peso del equipo lleno de agua; así como que las superficies alrededor estén correctamente aisladas y el termo quede accesible para realizar las tareas de mantenimiento sin problema.

También es importante:

  • Que las conexiones de agua fría y caliente se encuentren a menos de 2 metros de distancia.
  • Que haya una toma de corriente cerca.
  • Dejar al menos 30 centímetros de distancia entre el termo y cualquier otro objeto. De esta forma, será más sencillo cambiar el equipo, sustituir piezas o hacer reparaciones.

Aparte de todo esto y, como premisa principal, es obligatorio seguir el manual de instalación del fabricante del producto, de forma que nos aseguremos que realizamos la tarea de forma correcta para que la garantía no se vea afectada por una mala instalación.

¿Qué significan todas estas premisas?

Pues que no es aconsejable, y en algunos casos es motivo de anulación de la garantía, la instalación del termo eléctrico en el exterior a la intemperie.  Tampoco es correcto que se instale el termo encima de electrodomésticos o muebles que no estén correctamente impermeabilizados, y mucho menos en espacios inaccesibles como falsos techos o armarios tipo altillos donde es imposible realizar labores de mantenimiento.

Consejos para un montaje seguro: válvula de seguridad, manguitos dieléctricos y latiguillos reforzados

Seguir las instrucciones del fabricante es imprescindible para evitar futuras averías en los termos eléctricos.

Además, se recomienda que este tipo de tarea la realice siempre un instalador profesional cualificado.

Si el termo tiene plantilla de colocación, habrá que fijarla en la pared a nivel y marcar los puntos de anclaje. Después, se comprueba que los puntos están nivelados y en perfecta verticalidad.

Algunas piezas de seguridad pueden ayudarnos a prevenir averías.

Entre ellas, destacan los manguitos dieléctricos, que tienen en su interior una pieza de plástico que los protege de la electrólisis, evitando corrosiones y averías, y alargando la vida útil del termo. Se ponen en las tomas de agua del termo.

Cuando se unen con otros componentes, como la válvula de seguridad, se recomienda poner hilo de teflón en las roscas para prevenir la oxidación y la aparición de pequeñas fugas de agua.

Respecto a la válvula de seguridad, es un sistema antirretorno que también permite el vaciado del termo: cuando la presión se eleva más de lo normal, el propio equipo expulsa el aire sobrante a través de ella, produciendo un ligero goteo completamente normal.. Para evitar que el goteo caiga donde no debe, en la válvula de seguridad podemos poner un pequeño tubo de plástico que derive el agua sobrante al desagüe general de la vivienda.

A la hora de instalar termos eléctricos también es interesante utilizar latiguillos reforzados que resistan las altas temperaturas del agua. 

Otro consejo interesante a la hora de montar un termo eléctrico es poner un mezclador termostático. Aunque es opcional, esta pieza ayuda a regular la temperatura del agua, facilitando el ahorro de energía y mejorando la sensación de confort de los usuarios.

Instalar una válvula reductora de presión también puede ayudarnos a prevenir problemas derivados de cambios bruscos en la presión del agua, cuando la presión del agua entrante en la zona es muy alta. Esto es habitual por ejemplo en la zona de Levante.

Aprende a identificar las señales de alarma

Además de seguir estos consejos durante la instalación, una de las claves para evitar averías graves en los termos eléctricos es saber identificar la presencia de roturas internas, fugas o fallos en las piezas básicas.

Por ejemplo, si detectas ruidos de goteo o siseos inusuales, es probable que exista una fuga, así que te recomendamos revisar el exterior del equipo y la instalación.

También es importante saber si la causa de los ruidos anormales se debe a una elevada temperatura del termostato, a un flujo insuficiente de agua o a problemas de presión.

Si se produce una rotura, llama cuanto antes a un instalador profesional.

Lleva una agenda de mantenimiento anual del termo

La mejor forma de prevenir las averías de los termos eléctricos y prolongar su vida útil es realizar un correcto mantenimiento. 

De hecho, la detección temprana de un fallo puede evitar averías mayores.

El mantenimiento del termo eléctrico, que es mucho más sencillo que el de un calentador o caldera de gas, implica la revisión y/o cambio del ánodo de magnesio cada 2 años. En zonas de agua muy dura, se aconseja realizar dicha revisión de forma anual.

Esta pieza es clave para su correcto funcionamiento, ya que previene la acumulación de cal sobre la resistencia

Si vives en una zona de agua dura o altamente mineralizada, es posible que tengas que sustituir esta pieza cada menos tiempo.